El colesterol es una grasa natural necesaria para nuestro cuerpo. Circula por nuestra sangre y forma parte de las paredes de nuestras células. Mientras que el colesterol “bueno” HDL ayuda a limpiar las arterias, el colesterol “malo” o LDL puede obstruirlas y provocar enfermedades cardiovasculares.

Una alteración de los niveles de colesterol sucede cuando el nivel total en sangre supera los 200 mg/dl.  Y se lo denomina hipercolesterolemia, siendo una de las “enfermedades silenciosas” más comunes, ya que las personas con niveles de colesterol alto no presentan síntomas, sólo lo detectamos con un análisis de sangre, Por lo que es muy importante y necesario tener un control bioquímico periódico para valorar estos niveles y también contemplar que los niveles de HDL estén siempre por encima del LDL.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que cuando haya una alteración en los niveles de colesterol, primero se haga una mejora en la alimentación bien planificada y pautada y en función de la evolución valorar la toma de fármacos.

¿cómo REDUCIR LOS NIVELES DE COLESTEROL con la alimentación?

  • Aumentando el consumo de alimentos ricos en fibracomo frutas y verduras de todos los colores, legumbres (soja, poroto, garbanzo, lenteja), cereales integrales (trigo, avena, arroz integral, salvado de trigo etc.)  semillas de todo tipo, frutos secos (almendras, nueces, avellana, etc). La fibra disminuye  la absorción de colesterol en el intestino favoreciendo su eliminación, y por lo tanto su reducción.
  • Incluir Alimentos ricos en ácidos grasos insaturadoscomo la palta, aceite de oliva, frutos secos, pescado azul o semilla (chía). Este tipo de grasa mejora y favorece el aumento de los niveles el colesterol bueno (HDL) en sangre.
  • Controlar la ingesta de grasas  presentes en alimentos con grasa de origen animal, como  manteca, los quesos, los embutidos, las vísceras, carnes rojas, productos de copetín y panadería ya que incrementan los niveles de colesterol ‘malo’.
  • Moderar el consumo de alcohol y sal. Limitar la sal no reducirá el colesterol, pero puede bajar el riesgo de enfermedades cardíacas al ayudar a reducir la presión arterial.
  • Tener en cuenta el consumo de tabaco, exceso de peso, principalmente de grasa o el sedentarismo y falta de actividad física ya que son factores que favorecen las enfermedades cardiovasculares.

Con respecto al huevo si bien aporta colesterol, no es el causante directo del aumento del mismo, como siempre nos han hecho creer. Pero, tener una frecuencia de consumo de huevo a la semana de manera equilibrada nos permite no solo variar nuestra alimentación, si no también agregar proteínas de alto valor biológico.

Y por último recordar que cada persona es diferente por lo que cada una tendrá indicaciones y pautas personalizadas. Muchas veces el colesterol “no viene solo”, sino que está acompañado de problemas de peso y otras enfermedades como la tensión alta, el ácido úrico elevado, la diabetes, etc. por lo que es importante consultar con nutricionista.

Lic. en Nutrición María Di Tore. Atiende en nuestra sede los días miércoles y jueves de 15.30 a 19.30 hs.  Turnos al tel: 0358-154819431 o al email: mariaditore@hotmail.com